Mercado Agroganadero S.A. es una empresa privada que asume la actividad previamente desarrollada por el Mercado de Liniers S.A y el Mercado Nacional de Hacienda con el objetivo de mantener vigente un mercado concentrador de hacienda, formador y orientador de los precios ganaderos. Por su volumen, funciona como referencia orientadora de los precios para hacienda de consumo, invernada y cría en todo el país.
A diario allí tienen lugar auténticas pujas entre compradores, en las que se determinan las cotizaciones, que a su vez son rectoras de los precios de la ganadería nacional. Hoy, el Mercado Agroganadero continúa cumpliendo su función rectora en el sector ganadero, manteniendo un equilibrio estable entre los conocimientos y la experiencia conseguidos en sus más de cien años de historia y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías en pos de mayor transparencia y dinamismo renovados.
El Mercado Agroganadero S.A. funciona como un agente que debe cumplir y hacer cumplir las reglamentaciones generales para la actividad dictadas por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, así como todas las normas comerciales, fiscales y sanitarias vigentes. Para ello, dentro del predio del Mercado existen oficinas del SENASA. Los funcionarios de esta repartición estatal recorren personalmente las instalaciones de descarga, venta, pesaje y extracción con el fin de observar y controlar la hacienda y el cumplimiento de las disposiciones comerciales. La Dirección Nacional de Sanidad Animal (dependiente del SENASA) tiene asignado en el Mercado un equipo de veterinarios y paratécnicos quienes constantemente realizan un estricto seguimiento del estado sanitario de los animales. Entre las tareas que desempeñan se pueden mencionar las de: retirar el DTe de las oficinas de descarga, controlar su contenido y archivarlo para un posterior control; realizar la inspección ocular de la hacienda antes de las ventas; efectuar la vigilancia epidemiológica y efectuar la inspección de animales caídos. Esta labor asegura el perfecto estado sanitario de la hacienda que se extrae de este Mercado e interviene y fiscaliza la emisión de los DTe utilizados como documentación respaldatoria de todas la hacienda extraída de este mercado, cualquiera sea su destino (Faena Consumo Interno, Faena Exportación, Faena Unión Europea o Invernada).
La actividad se inicia con la descarga de la hacienda (alrededor de las 18 hs y hasta las 5 hs del día siguiente). Los datos de la Guía de traslado son verificados y volcados en el boletín de descarga que es emitido por los sistemas informáticos que identifican a la tropa con un número desde ese instante y a través de todas las operaciones dentro del Mercado. Además, se realiza un control sanitario por personal de SENASA.
Como segundo control, en Puerta de Entrada se realiza el conteo de la hacienda y se ingresan los datos al sistema. La hacienda, al llegar a los corrales de los consignatarios, es clasificada y pesada por empleados de los mismos.
A las 8 hs. se inician las ventas y posteriormente la hacienda es identificada con el número del comprador y pesada de manera definitiva. Inmediatamente después, la hacienda es cargada en camiones con destino a los lugares de faena. En ese momento, los sistemas emiten las guías de extracción donde constan todos los datos de la hacienda, del comprador y del transportista.
Debido a la particularidad de su operatoria, en el Mercado Agroganadero se implementan sistemas informáticos que han sido diseñados y desarrollados especialmente con el objetivo de trazar todas las operaciones de hacienda que se realizan desde su descarga, hasta el traslado a los frigoríficos. El sistema de operación consta de dos subsistemas. El primer subsistema está destinado al control y registro de toda la operatoria. Algunas de sus funciones son: registrar las operaciones, emitir la documentación requerida, transmitir y actualizar la información, distribuir de manera segura la información a los usuarios internos y externos, y controlar la salida de la hacienda según los requerimientos de toda la reglamentación existente. El segundo subsistema, alimentado por el primero, consiste en una base de datos central utilizada para extraer todo tipo de estadísticas y reportes vigentes e históricos de la operatoria.
El régimen operativo del Mercado permite monitorear la circulación de la hacienda y la trazabilidad de todo el recorrido del ganado, desde el campo hasta después del faenado. En la actualidad, la llegada del ganado se realiza por camión. El tiempo de descarga por camión jaula es de aproximadamente 15 minutos y la entrada promedio es de 400 camiones por jornada, totalizando alrededor de 35.000 / 40.000 vacunos por semana.
El ingreso y recepción de la hacienda se efectúa en diferentes atracaderos formados por equipos de trabajo, integrados por boletineros, contadores y embretadores.
El boletinero recibe del camionero transportista el DTe y la Guía de Traslado (en la que figura procedencia, cantidad, tipo de animal, consignatario y propietario) para controlar que sea correcta la cantidad de animales ingresada y la marca del remitente. En base a la Guía se ingresan los datos: número, propietario, consignatario, animales en pie, caídos o muertos y la marca con la que son remitidos. A continuación, se emite el boletín y posteriormente se le indica al transportista la apertura de la jaula para proceder al conteo de la hacienda concentrada a la salida de los bretes de los atracaderos. Si del control de la guía surgen diferencias en el número de animales, raspaduras o falta de marcas y señales, el boletinero debe dejar constancia del hecho en el boletín respectivo, y se inicia, paralelamente, un proceso denominado"Sistemas de Fianzas" que consiste en dar comunicación diaria del faltante al consignatario. En el caso de que las irregularidades hagan presumir la existencia de posibles hechos dolosos, además de la fianza real se exigirá otra de carácter juratoria que cubra el valor total que resulte del probable precio de la hacienda comparada con la guía observada, debiendo en tal caso darse intervención a la autoridad que expidió la misma. Si el inconveniente surgido fuera con relación al DTe, se da inmediata intervención al personal de SENASA destinado a supervisar técnicamente la descarga. Si no existe diferencia o inconveniente alguno, el boletinero introduce en la base de datos el número de DTe que acompaña la hacienda junto con el boletín de descarga.
Una vez completado este segundo control, se introduce la hacienda en los corrales de depósito a la espera de ser retirada por la casa consignataria elegida por el productor para su venta. Una copia del boletín de descarga es entregada al fletero, el original y otra copia es para la firma consignataria y, una vez traspasada la Puerta de Entrada, la Guía es entregada para su archivo en la administración. Este sector puede definirse como la frontera entre los sectores de recepción y de venta de este Mercado. Allí se vuelve a controlar la hacienda, fundamentalmente en cuanto a su cantidad y estado, confrontando la realidad con lo cargado en la base de datos. De apreciarse alguna diferencia, al igual que en los atracaderos, se deja constancia. En este puesto se retienen la Guía, el DTe y el boletín para ser enviados luego al supervisor de atracadero quien las remite para su control.
Una vez vendidos los animales, alojados en los corrales asignados a los consignatarios, los compradores procederán, previa pesada, a identificar la hacienda con pintura en el costillar. Para optimizar la eficiencia del control, en el mismo momento del pesaje los datos de la operación son enviados automáticamente al sistema central. La operación de pesaje es considerada como el momento del cambio de propiedad de la hacienda y en el cual se efectiviza la operación de venta. Para pesar un lote se ubica la hacienda pintada en la báscula electrónica correspondiente a cada consignatario y se ingresa el número del boletín de descarga correspondiente para vincular los datos de ese lote con los del comprador, precio y kilogramos totales. Para ello, se cuenta con cuarenta puestos de pesaje cuya finalidad es rescatar en tiempo real y de manera transparente todo lo referido al proceso del cambio de propiedad: vendedor, consignatario, fecha y hora, comprador, precio, kilos, plazo y destino de faena. A cada lote vendido, posteriormente, se le asigna un número de Guía de Extracción asignado según comprador, destino de faena y destino comercial (consumo o exportación). Este último ingreso de datos al momento de la venta permite relacionar de manera segura y trazable el remitente de la hacienda con el comprador y a los actores de intermediación autorizados, tales como los consignatarios. Completado el proceso de compraventa, los compradores debidamente inscriptos en este Mercado deben realizar la extracción de su hacienda. El personal de los compradores traslada las tropas vendidas a la zona de atracaderos de carga donde poseen corrales exclusivos y de allí son retiradas por las firmas transportistas autorizadas y debidamente habilitadas a través de la emisión del correspondiente DTe. En ese momento se precintan las puertas del camión que efectúa el traslado hacia la planta de faena. Las haciendas adquiridas por los frigoríficos son perfectamente ubicadas por tropa en el sistema informático dado que mantienen su identificación, incluso en los corrales de carga debido a que los compradores tienen asignado corrales exclusivos para cada uno de ellos. Este sistema asegura la trazabilidad en todo el proceso de comercialización previo a la faena en la planta frigorífica. Permite registrar y hacer el seguimiento del vendedor y del campo de donde provienen esos vacunos. Esto posibilita conocer el origen de esos vacunos, su alimentación, sanidad y productos veterinarios utilizados.
El nuevo Mercado Agroganadero se emplaza en un predio de 110 hectáreas, en el municipio de Cañuelas, sobre la ruta Provincial N6 km 88. El Mercado continúa conformando el más importante centro de transacciones agropecuarias del país. Su nueva localización impactará positivamente sobre la actividad operativa propia del Mercado concentrador, producto de la accesibilidad, conectividad y factibilidad de servicios.